"El
inca dijo a uno de los suyos: Si los españoles no hubieran hecho más que
traernos tijeras, espejos y peines, les hubiéramos dado todo el oro y plata de
nuestra tierra" (Inca Garcilaso
de la Vega)
Todos hemos crecido
pensando que los incas poseían una enorme cabellera, media despeinada y sin
gracia. Pues como siempre, la educación tradicional en las escuelas y las
actuales representaciones teatrales como el Inti Raymi del Cusco, junto con los
estereotipos hollywoodenses nos dan a un inca pelucón y con un traje repleto de
colores a veces mal combinados.
Si bien en muchas
sociedades prehispánicas americanas el culto al cabello largo fue predominante,
al parecer en el imperio inca era lo contrario.
Según lo que nos
cuentan los cronistas, la nobleza inca, solía tener la costumbre de deformar la
cabeza desde muy pequeños, cortarse el cabello e intercambiarlo por importantes
obsequios y lucir unas buenas orejeras de oro, plata u otro material otorgadas
por el emperador (llamadas ahora alargadores, muy de moda entre la juventud del
S.XXI) y que era usada solo por la elite inca.
EL propio emperador
ordenaba a la nobleza a cortarse el cabello, ni tan largo ni tan corto, a la
altura de la oreja, ya que sólo él usaría el corte casi al ras de la nuca como
si se tratase de un actual soldado. Por consecuencia podía lucir sus orejeras
doradas y su borla colorada (corona). No obstante, el pueblo se distinguía
por sus peinados, trenzados y adornos que les daba una identidad. Según el
cronista Cieza de León, dice que podrían haber miles de indios juntos y que por
sus peinados y tocados se podía saber a cuál región pertenecía cada grupo. Por
otro lado, habían excepciones entre el pueblo a la hora de realizar ritos de pagos
y protección a los dioses, tales como el ofrendar cabellos, cejas y pestañas a
las huacas para pedir protección, lo que convertía al cabello en un objeto de
reciprocidad entre el hombre y la deidad que los españoles nunca pudieron comprender.
Nos cuenta Garcilaso,
que "el Inca tenía el cabello corto, como si acabase de ser cortado y que
él y la nobleza se cortaban frecuentemente el cabello para tener siempre el
mismo aspecto. El único nica que tuvo el cabello largo fue Atahualpa, pues
nuestro último emperador perdió una oreja en una batalla en Pasto, en la actual
Colombia. Los emperadores tenían pavor a la imperfección. Cuando elegían al
nuevo sucesor, aparte de tener habilidades para gobernar, debía tener un
aspecto impecable y atractivo, para ser un digno hijo del Sol, cosa que no le
favorecía a Atahualpa con una sola oreja. Y para mala suerte del inca, fue de
su larga cabellera que Pizarro lo captura al subirse a su litera.
Posteriormente en
la colonia y con la constante extirpación de idolatrías, fue prohibido el uso
de peinados y cortes de cabello de carácter ritual bajo la ley del Concilio
Limense (1551-52) donde se prohibió la "deformación craneana, el corte de
cabello y trenzados especiales" así como la verificación del cumplimiento
de la ley a través de amenazadora pregunta al indio: Quién trasquiló a su hijo
y quien tiene guardado su cabello? Por lo tanto, el corte de cabello comenzó a
ser clandestino. Muchas personas utilizaban pelucas para no mostrar el corte o
peinado ritual, pero al ser descubierto por los sacerdotes, hombres y mujeres
fueron trasquilados públicamente.
Por consecuencia,
la identidad filosófica del cabello, pasó de haber sido un símbolo de ofrenda ,
reciprocidad y estatus al de la humillación y decaimiento del autoestima y la filosofía
que los andes habían cuidado durante milenios.
Adrián Ilave é artista e historiador dedicado a promover a cultura pre-hispânica do Peru atraves das artes plasticas em geral, do design de interiores e da historia na America Latina.
ResponderExcluirPor consecuencia, la identidad filosófica del cabello, pasó de haber sido un símbolo de ofrenda , reciprocidad y estatus al de la humillación y decaimiento del autoestima y la filosofía ideandando.es/que-fue-la-union-sovietica/